martes, 3 de enero de 2017



  LA LEYENDA DEL CUARTO REY MAGO:” ARTABAN”

En dos días los más pequeños del mundo, esperan con ansiedad la llegada de los tres Reyes Magos: Melchor, Gaspar, y Baltasar con su cargamento de ilusiones y juguetes.

En las sagradas escrituras, nos mencionan que estos reyes llegaron cargados con oro, incienso y mirra, para el niño que había nacido, el niño Jesús.

Pero pocos saben la verdadera historia, que en realidad eran cuatro los reyes magos que debían llegar a belén pero, ¿Pero qué paso con el cuarto rey mago?.

Su historia se encuentra en algunos textos antiguos, ARTABAN… junto con Melchor, Gaspar y Baltasar, habían hecho planes para reunirse en Borssipa una ciudad antigua de Mesopotamia desde donde iniciarían el viaje para adorar al Mesías.

El cuarto rey llevaba consigo gran cantidad de piedras preciosas para ofrecérselas a Jesús, pero cuando viajaba hacia el punto de reunión, encontró a un anciano enfermo, cansado y sin dinero, Artaban se vio envuelto en un dilema ayudar a este hombre o continuar su camino para reunirse con los otros reyes. Obedeciendo a su noble corazón, decidió ayudar a aquel anciano.
Pero cuando llegó Belén el niño Jesús ya había nacido y sus padres habían huido rumbo a Egipto

Artaban emprendió su viaje siguiendo los pasos del nazareno, pero por donde el pasaba, la gente le pedía ayuda y él, atendiendo siempre a su noble corazón, ayudaba sin detenerse a pensar, que el cargamento de piedras preciosas que cargaba, poco a poco se reducía sin remedio en su andar, Artaban se preguntaba: ¿qué podía hacer si la gente le pedía ayuda? ¿Cómo podría ayudar a quien lo necesitaba?.
 

Así pasaron los años y en su larga tarea por encontrar a Jesús ayudaba a toda la gente que se lo pedía, treinta y tres años después el viejo y cansado Artaban llego al monte Gólgota para ver la crucifixión de un hombre que decían era el Mesías enviado por Dios para salvar al mundo. 

Con un rubí en su bolsa y dispuesto a entregar la joya pese a cualquier cosa, justo en el momento frente a él se apareció una mujer que era llevada a la plaza para venderla como esclava y pagar la deuda de su padre, Artaban entrego la piedra preciosa a cambio de su libertad. 

Triste y desconsolado se sentó junto al pórtico de una vieja casa y en ese momento la tierra tembló y una piedra golpeó su cabeza, moribundo y con sus últimas fuerzas, el cuarto rey imploró perdón por no haber cumplido su misión de adorar al Mesías. En ese momento, la voz de Jesús se escuchó con fuerza: tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve desnudo y me vestiste, estuve enfermo y me curaste, me hicieron prisionero y me liberaste, Artaban, agotado preguntó ¿Cuándo hice yo esas cosas? Y justo en el momento en que moría, la voz de Jesús le dijo: todo lo que hiciste por los demás lo has hecho por mí, pero hoy estarás conmigo en el reino de los cielos.

No sé, si esta leyenda pudo ser cierta o no, pero he querido compartirla con vosotros, porque quizá ese Rey Mago, ese Rey mágico que se detuvo en su camino para ayudar a los demás, vino a enseñar al mundo que el amor, el servicio y sacrificio son importantes en el ser humano
Desde la Asociación Ada Byron os deseamos un buen día de Reyes y sobre todo que no perdáis la ilusión, en ese día Mágico para niños y no tan niños …





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